Lo intento, me esfuerzo, me hago creer que sí y que todo podría ser mucho peor.. que, de hecho, YA FUE PEOR...
Me armo de paciencia e intento aplicarme a mi misma esos consejos que son tan fáciles de dar cuando se trata de los demás...
Me hago la fuerte, sonrío y no paro de sonreír mientras me canso, me desespero, me ahogo y me voy quedando cada día con menos fuerzas, con menos paciencia, con menos ganas de todo... un bucle que se repite cada día por creer ver una salida a lo lejos y no poder llegar nunca a ella.